El ‘Día de la Bioenergía en España’ ha vuelto a celebrarse este año el 3 de diciembre, fecha que coincide con el inicio del periodo a partir del cual la biomasa puede satisfacer toda la demanda energética del país hasta final de año. Por lo tanto, España se mantiene en los 28 días de autoabastecimiento energético solo con biomasa, similar al año anterior, por lo que cae al puesto 25 del ranking europeo, ahora también por detrás de Grecia y Bélgica, según las estadísticas de Bioenergy Europe.
El presidente de Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), Javier Díaz, ha valorado negativamente este dato, ya que representa un avance de solo 0,9 días, lejos de los cuatro que han avanzado otros países europeos con similar potencial o menor. “España debería haber avanzado más, pero la falta de un decidido apoyo por parte de las administraciones ha frenado la progresión”.
Díaz ha reclamado al Gobierno de España que “tome medidas urgentes si quiere cumplir con los objetivos europeos para reducir la dependencia de las energías fósiles, altamente contaminantes, que desequilibran enormemente nuestra balanza de pagos nacional al no ser recursos endógenos como sí es la biomasa”.
Como es sabido, la Unión Europea ha fijado el objetivo de reducir un 80% las emisiones de gases de efecto invernadero en 2050, respecto a los niveles de 1990, y ha aprobado recientemente el incremento de la aportación de las energía renovables en el mix energético hasta un 32%.
El presidente de Avebiom, que ha reconocido las expectativas suscitadas por el nuevo Gobierno y la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética, ha recordado que la realidad es que “España pierde posiciones en Europa, cuando contamos con un gran potencial de recursos infrautilizados que, si se aprovecharan, el ‘Día de la Bioenergía en España’ se adelantaría al 25 de noviembre, una fecha muy próxima a la de la media europea (19 noviembre)”.
En España se aprovecha el 41% del crecimiento anual del stock de madera, porcentaje muy bajo si lo comparamos a la media europea (73%). “Se está produciendo una acumulación de madera en nuestros bosque que no solo frena el crecimiento potencial del sector, sino que además supone un alto riesgo de incendio cada verano”.
Y además de la madera, ha recordado Díaz, “España es rica en otros recursos, como son los provenientes de la agricultura (podas de olivo y de frutal o sarmientos), que no aprovechan prácticamente para usos bioenergéticos, ya que se queman como rastrojos generando emisiones sin control”.
Según datos del proyecto Biomasud Plus, España podría disponer de 625.600 toneladas equivalentes de petróleo (TEPs) procedentes de las podas de olivo, así como de 290.200 TEPs de sarmientos. Y además, podría contar con las 516.000 TEPs anuales procedentes de matorrales gestionados de forma sostenible, según información del proyecto Enerbiocrub y datos del MAPAMA.
Estos datos, según el presidente de Avebiom, ponen de manifiesto el “papel fundamental” que tiene la biomasa en la transición hacia la energía renovable. “La bioenergía es la fuente de las renovables más importante en Europa, ya que representa el 63% del total consumido, por delante ya del gas y del carbón, convirtiéndose en la primera fuente de energía autóctona”.
En este sentido, Díaz ha insistido en reclamar al Gobierno que promueva “el papel de la bioenergía como uno de los principales motores que nos permitan alcanzar los objetivos de la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética”.
Y en el caso de la generación eléctrica, dijo finalmente, “sería importante que se convocaran nuevas subastas, con el fin de que se pueda mantener la base de generación gestionable con esta tecnología cuando se vayan cerrando las térmicas de carbón, los ciclos combinados y las nucleares”.