Según Carlos Martín Graña (Enerjoin), el hidrógeno verde será “el sustituto del gas natural si se convierte en una alternativa rentable”, para lo que es imprescindible establecer un marco regulatorio estable.
Expertos apuntan al hidrógeno verde como un “vector estratégico en el proceso de transición energética de la industria alimentaria, siempre y cuando vaya de la mano de una necesaria evolución tecnológica para que sea rentable”. Así lo ha explicado el responsable de Operaciones de Enerjoin, Carlos Martín Graña, durante la celebración de una jornada organizada por la Asociación de la Industria Alimentaria de Castilla y León, Vitartis, para analizar el papel del hidrógeno verde en la transición energética, en el marco del grupo de Trabajo de Energía de la Asociación.
En la sesión de trabajo con las empresas de Vitartis, Martín Graña sostuvo que todos los sectores industriales están obligados a hacer esa transición hacia la descarbonización, en especial un sector como la industria alimentaria, que genera mucho calor en sus procesos utilizando gas natural. “En este contexto, estamos definiendo el papel del hidrógeno verde como sustituto del gas natural”, precisó.
Se trata de un elemento fundamental que las economías mundiales deben impulsar para frenar el cambio climático. De hecho, dijo, la Unión Europa ha puesto el foco en los proyectos que se basen en esta alternativa y su desarrollo en el marco de los fondos de ayuda Next Generation.
Sin embargo, según Martín Graña, para que este proceso sea una realidad en un futuro no muy lejano es necesaria una mayor inversión para que la tecnología de producción, compresión, transporte y almacenamiento pueda desarrollarse y ser rentable.
Marco regulatorio
Martín Graña señaló como otro factor fundamental para que se pueda producir ese tránsito con éxito la creación de “un marco regulatorio estable que anime a las empresas a llevar a cabo las inversiones necesarias para su desarrollo con una seguridad temporal clara, porque se trata de plantas que tienen un alto coste”.
En su opinión es necesario “generar certidumbre para acometer las inversiones”, por eso es imprescindible la apuesta de las administraciones para contribuir a que se produzca ese cambio y se apueste por una energía limpia, 100% renovable, almacenable y transportable.
De hecho, recordó que se trata de un sector muy poco maduro en España; y menos aún en la industria alimentaria, donde apenas hay proyectos. Y entre los pocos que hay, que están relacionados con los fertilizantes, solo se ha desarrollado uno, el de Fertiberia en Huelva.
En concreto, se refirió a la necesidad de inversiones en los sistemas actuales de transporte, ya que con los actuales de gas natural “se estima que como mucho se pueda inyectar entre un 25% y un 20% de hidrógeno verde”. Y también, en los propios hornos para un uso masivo, ya que el calor que genera el hidrógeno verde es muy diferente al del gas natural.
La jornada se enmarca en las actividades del proyecto Sinergia de Vitartis, que tiene como objetivo poner en marcha proyectos colaborativos innovadores de eficiencia energética entre socios de Vitartis, respaldado por la convocatoria de apoyo a los clústeres de la Junta de Castilla y León.